JOVENES EXPUESTOS A LA DELINCUENCIA.

Por la pobreza, falta de empleo y acceso a la educación, al menos cuatro millones de jóvenes y adolescentes están expuestos a las redes del crimen organizado en México, estimo el diputado del PAN César Daniel González Madruga, integrante de la Comisión de Juventud y Deporte Vulnerabilidad que se agudiza por el aumento exponencial del número de establecimientos que expenden cervezas y micheladas sin ningún control en delegaciones capitalinas como Tlalpan, Coyoacán y Xochimilco, sitios que se han convertido en zonas donde la delincuencia organizada busca “nuevos valores” para sus redes. “Bares y cervecerías están invadiendo zonas escolares, unidades habitacionales y colonias del sur de la capital y ello significa además de alto alcoholismo entre adolescentes y jóvenes, un territorio apto para el tráfico de drogas y la inserción de este sector a la delincuencia organizada”, alertó el legislador panista. El integrante de la Comisión de Juventud y Deporte de la Cámara de Diputados indicó que en México se calcula que hay 8 millones de jóvenes que no estudian y no trabajan; de éstos se calcula que 2 millones son migrantes. Se estima que 119 mil se encuentran en reclusorios y poco más de 4 millones están expuestos a las redes del crimen organizado “bajo la esperanza de obtener prosperidad que mediante otras vías se ve muy complicado de conseguir”. González Madruga sostuvo que la seguridad es alarmante, ya que cerca del 50 por ciento de quienes están en las cárceles de todo el país son jóvenes. Ante esa situación, es urgente revertir las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentran los jóvenes, que representan el 33 por ciento de la población mexicana, por lo que se deben frenar las licencias de bares, cantinas y expendios de micheladas que fomentan y solapan autoridades delegacionales de la capital. Recordó el diputado del PAN que la Cámara de Diputados aprobó en diciembre pasado una reforma para otorgar más autonomía al Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), a fin impulsar más y mejores políticas de Estado para el sector joven de la población. Dicha reforma, explicó González Madruga, plantea también obligar a las dependencias federales, estatales y municipales a establecer programas y presupuestos orientados a esa materia, evitar duplicidades, burocratismo y fomentar políticas públicas que alejen a la juventud de la delincuencia organizada. Luz Mará Alonso Sánchez