
¿Qué siente de regresar al estado que regaló a los panistas?, preguntó a.m. al ex Presidente de México poco antes de que presentara su libro: Democracia Republicana -ni Estado ni Mercado- Una alternativa ciudadana.
Con amplia sonrisa y gentileza, Salinas dijo: “En Guanajuato siempre fui muy bendecido como presidente de la República, lo fui como candidato y hoy lo soy como ciudadano”.
Cinco minutos después, al concluir la entrevista exclusiva concedida a a.m., el experimentado político en voz baja, sin grabadora, completó su respuesta:
“Los guanajuatenses han ratificado aquella decisión durante 20 años… si hubiera estado equivocada, habrían cambiado ya”.
En la elección del 91 para gobernador de Guanajuato, compitieron Ramón Aguirre, por el PRI y Vicente Fox, del PAN. Oficialmente Ramón ganó pero Vicente no aceptó la derrota y encabezó protestas de miles de ciudadanos hasta lograr que el Presidente de la República doblegara a los priístas y entregara el poder al panista Carlos Medina.
El 26 de septiembre de ese año, por primera vez en la historia, Guanajuato tuvo un gobernador del PAN. Desde entonces, al menos en forma pública, Carlos Salinas no se había reunido con los militantes del tricolor. El reencuentro fue el miércoles pasado.
Unos 250 miembros del PRI, los de mayor jerarquía, asistieron a la presentación de su tercer libro. El evento estuvo organizado por Eduardo Nieto, empresario de Irapuato.
Poco antes de exponer los puntos centrales de su obra Democracia Republicana, Carlos Salinas concedió la breve entrevista a a.m.
Cuidadoso en sus respuestas, el ex Presidente evita confrontarse. No saca animadversiones ni siquiera al hablar –sin mencionar su nombre- de Ernesto Zedillo. Aunque sí les tunde a editorialistas y periodistas como Lorenzo Meyer, Enrique Krauze, Denise Dresser o Carmen Aristegui.
Al PAN no lo menciona como tal, simplemente se adivina que habla del partido azul. Evita también las respuestas directas o críticas sobre Felipe Calderón.
Salinas, en la entrevista de 7 minutos, hace gala de su dominio de la retórica, eso sí, siempre amable y afectuoso.
Esta es la entrevista:
a.m.- ¿ Temía algún reclamo de los priístas por su decisión del 91?
Carlos Salinas.- Las personas han sido muy amables en la calle cuando venía a esta reunión. Ellos saben que las decisiones en Guanajuato en toda materia electoral le corresponden a los propios votantes y a los propios ciudadanos. En 1991 hay una circunstancia muy complicada, estábamos en una transición hacia expresiones de participación democrática. En mi libro anterior explico cuáles fueron las circunstancias que llevaron a las decisiones. Por eso mismo establecimos el IFE, el Tribunal Electoral, la credencial con foto para votar, los debates entre candidatos y establecimos los resultados el mismo día de la elección para dejar atrás esos problemas, los que ocurrieron entonces y el país caminara en la senda de la vida democrática.
a.m. ¿Era una medida necesaria por la transición que exigía la sociedad… esa fue la razón?
Salinas.- Cuál otra podría haber sido sino encontrar soluciones que en ese momento reflejaban una circunstancia y un contexto muy completo, muy complicado, pero que respondiera sobre todo al ánimo de los propios habitantes de Guanajuato. Ellos eran los que estaban reclamando que hubiera la transparencia en la expresión de su propia voluntad y esto es lo que se buscó construir. Esto desembocó precisamente en órganos electorales confiables en el ámbito federal, que con instrumentos que le permitieran al votante tener la certeza de que su voto contaba y es respetado.
a.m.- ¿Alguna vez se ha arrepentido de entregar el poder de Guanajuato al PAN?
Salinas.- Yo creo que las decisiones sobre quién gobierna le corresponden a los propios electores y por eso he dicho yo la importancia de que los electores revisen sus decisiones periódicamente durante los procesos electorales y evidentemente es a ellos a quienes les toca la última palabra.
a.m.- Ahora sobre su nuevo libro, ¿con Democracia Republicana inicia un plan para regresar al PRI a Los Pinos?.
Salinas.- Yo estoy en el debate de las ideas; es ahí donde me interesa participar. Creo que tenemos hoy en México un debate intelectual empobrecido. No quiero con esto pretender que mi aportación sea la que viene a corregir ni mucho menos, pero me parece que necesitamos debatir más sobre las ideas y las evidencias y no sólo sobre los prejuicios de unos cuantos que defienden con la posición neoliberal o la neopopulista, y no le permiten ni a los lectores ni a los ciudadanos poder formar su criterio como debe ser.
a.m.- Y nuestra versión mexicana de Churchill…
Salinas.- ¿Es pregunta o afirmación?
a.m.- Le pregunto, ¿qué opina de Calderón-Churchill?
Salinas.- Me parece que es bueno tener referencias históricas de personajes pero sobre todo de circunstancias, de hechos en sus propias circunstancias.
a.m.- ¿Qué aporta Democracia Republicana a la sociedad?
Salinas:- Es sobre todo un mensaje. Tenemos que pasar de ciudadanos que solo votan y confían a ciudadanos que participan y se organizan para enfrentar los problemas que se viven. Es un reconocer que nadie hará por los mexicanos lo que los mexicanos no hagan por sí mismos; que la solución de los grandes problemas que enfrenta hoy nuestro país no depende ni de una figura milenaria o de un factor externo, sino del trabajo realizado, participativo de los propios mexicanos. Este es el mensaje, es el énfasis que propone esta obra.
a.m.- ¿Cuándo Usted fue Presidente de México… no era el momento de promover la Democracia Republicana?.
Salinas.- El programa de Solidaridad fue un ejemplo concreto de cómo respetar la iniciativa ciudadana, cómo alentar la formación del Comité Solidaridad y ciudadanos organizados y participativos. Hubo hasta 500 mil comités de Solidaridad en el país. Aquí en Guanajuato tuvimos ejemplo extraordinarios no sólo de organización ciudadana en comités y en participación, sino en un nivel superior de organización, que eran las coordinaciones.
Recuerdo una gran reunión que tuvimos en Guanajuato, capital, sobre este tema y en la que pude convivir con el pueblo organizado, trabajando en sus propias colonias.
De esta manera, en Irapuato, en Celaya, en el propio León y en diversos municipios del Estado, me quedé muy impresionado con esa democracia en acción.
a.m.- Señor Presidente, ¿qué lo liga a Enrique Peña Nieto, el más fuerte candidato del PRI a la Presidencia en el 2012?, ¿lo impulsará abiertamente?.
Salinas.- Yo estoy interesado más que en la próxima elección en la próxima generación, y por esto, esta obra que presento, sobre todo, es un mensaje para los jóvenes y las mujeres, los invito a pensar estratégicamente para que de esta forma puedan tener en sus manos la solución a los problemas y no sólo dependa del Estado resolverlos.
a.m.- ¿Cree que el PAN tenga un tercer sexenio en Los Pinos?.
Salinas.- Yo creo que esa pregunta hay que hacérsela a los ciudadanos y pronto la van a responder, en julio de 2012.
a.m.- ¿Sigue Usted siendo un priísta?
Salinas.- Así es, pero yo lo que hago es ser un observador y participar a través de este debate de ideas.
a.m.- En Democracia Republicana, ¿por qué descalifica a algunos intelectuales?, ¿a quién respeta?.
Salinas.- Yo creo que México necesita ir construyendo nuevos intelectuales. La sociedad civil está reclamando más claridad en las ideas, más presión en el análisis y sobre todo en la explicación histórica. Tenemos puras superficialidades y frivolidades que se presentan como obras de historia y que más confunden que iluminan.
a.m.- ¿Y Denise Dresser?
Salinas.- No da más que para nota de pie de página.
Tan pronto concluyó la entrevista, Salinas se dirigió al escenario y en medio de aplausos y apretones de mano, se sentó frente a ellos, siempre, siempre sonriente.
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