cookieOptions =

martes, 6 de diciembre de 2011

LA CRITICA DE LOS QUE SI LEEN.

Columnas y artículos políticos

MÉXICO, diciembre 6, 2011.- A continuación, una selección de algunas columnas y artículos políticos que publica la prensa nacional hoy.

REFORMA
JAQUE MATE, Sergio Sarmiento
Lecturas de Peña
“Que otros se jacten de las páginas que les ha sido dado escribir; yo me jacto de aquellas que me ha sido dado leer”.
Jorge Luis Borges
Ahora resulta que todos los mexicanos, y en particular los políticos, son ávidos lectores y sólo Enrique Peña Nieto no puede acordarse de los libros que más han influido en su vida. No falta quien busque editar una nueva obra que se llamaría La inevitable levedad del gel. El propio candidato del PRI, Peña Nieto, ha sabido tomar con aplomo y sentido del humor la lluvia de críticas y burlas que ha surgido de su primer gran error en el camino a la Presidencia de la República. Mucho más daño ha hecho, me parece, el retwitteo de su hija Paulina sobre la “prole” que critica a su padre.
No es Peña Nieto el primer político mexicano que demuestra poca cultura literaria. Vicente Fox se refirió en una ocasión al escritor José Luis Borgues, que hasta la fecha los especialistas buscan infructuosamente en bibliotecas y librerías en las que solo encuentran a un tal Jorge Luis Borges. Su esposa Marta Sahagún, quien fuera con anterioridad su directora de Comunicación Social, citó una vez un hermoso párrafo literario que atribuyó a la escritora Rabina Gran Tagore, sin darse cuenta de que se trataba del poeta bengalí indio Rabindranath Tagore. Los mexicanos, por otra parte, vivimos en un país en el que la maestra mayor, la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, nos advierte sobre los riesgos de la “influencia A HLNL”.
El problema no es tanto la falta de lecturas sino el presumir de una cultura que no se tiene. Un breve intercambio de opiniones revela el desconocimiento de los políticos mexicanos incluso de textos que deberían ser obligatorios para ellos, como El príncipe de Maquiavelo o el Ulises criollo de Vasconcelos.
La cultura literaria no es garantía de un buen gobernante. Luis Echeverría y José López Portillo eran hombres de amplia cultura y buenos lectores de libros. Echeverría, en particular, hacía con frecuencia comentarios que demostraban que sí había leído las obras que citaba. Miguel de la Madrid fue director del Fondo de Cultura Económica. Carlos Salinas de Gortari tiene una sólida cultura literaria y una biblioteca impresionante. De hecho, podría decirse que los políticos del viejo régimen, que llegaban al poder por distinción meritocrática, eran usualmente más cultos que los de hoy, que llegan a sus cargos por su popularidad y presencia mediática. Un Humberto Moreira nunca competiría en cultura con un Jesús Reyes Heroles.
La verdad es que los políticos no son más que el reflejo de la sociedad que los elige. La mayoría de los mexicanos difícilmente puede identificar a autores o libros por el simple hecho de que muy pocos leen. Los que pueden identificar algunas obras o autores hablan usualmente de los que han oído y no de los que han leído. Un vistazo a un autobús mexicano, en contraste con uno en Europa, Japón o Estados Unidos, donde mucha gente lee, nos señala que los mexicanos simplemente no tenemos apego a la lectura.
Dentro de todo, quizá lo mejor que nos pudo haber ocurrido como país es ese tropezón de Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro. Si hoy todos los políticos y la gente común y corriente que dicen que sí leen se ponen a leer, veremos un aumento importante en los índices de lectura en nuestro país. Aunque sólo lean esa nueva obra que se está poniendo de moda y que se llama Nosotros los proles y ustedes los Peña.
· GAZAPOS
Los políticos deben tener cuidado de presumir de aquello de lo que carecen. En una conversación radiofónica conmigo Ernesto Cordero, el aspirante a la candidatura presidencial del PAN, incluyó ayer entre sus libros favoritos La isla de la pasión que atribuyó a Isabel Restrepo. En realidad la obra es de la colombiana Laura Restrepo, cuya novela Delirio es la más conocida en México. Ahora bien, cualquiera se equivoca. Yo lo sé: a Cordero al aire le dije Enrique en vez de Ernesto.
                 CATÓN
Peña Nieto
Lo que natura no da Televisa no presta. Fuera del set, a la intemperie, Peña Nieto mostró su falta de lecturas. El figurín se vio convertido en figurón. Una sola letra cambia en esas dos palabras, pero expresan conceptos muy distintos. “Figurín” significa gomoso -quizás hoy habría que decir “geloso”-, hombre joven que se compone mucho. “Figurón”, en cambio, quiere decir “hombre que aparenta más de lo que es”.
Grave tropiezo fue el de Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro, que con nada se puede componer. No fue un lapsus ocasional, ni un olvido momentáneo, sino la prueba de una deficiencia estructural. Quien llevó al priista a la FIL lo sacó de su burbuja protectora y lo puso en un medio -el de la cultura- que le es ajeno por completo. Lo colocó en inminente riesgo, lo expuso a un evidente peligro.
Fue como llevar a una canguro madre a una convención de carteristas. Ahora bien: es muy malo que el hombre que puntea en la carrera por la Presidencia haya evidenciado que no lee. Su caso, sin embargo, no es aislado: un porcentaje altísimo de nuestros políticos se verían, si les preguntaran acerca de sus lecturas, en el mismo apuro en que Peña Nieto se miró. Lo peor es que el mexicano es un pueblo que no lee.
Así como se dijo con ingenio: “Bruce Lee. Peña no”, igual podría decirse con tristeza: “Bruce Lee. México no”. El desamparo intelectual de Peña Nieto no es sino un reflejo de la indigencia cultural de este país. Ni en la escuela ni en el hogar se propicia la lectura, y así hemos llegado a ser un pueblo de analfabetos funcionales, de iletrados. No es que los países tengan los políticos que se merecen: los países tienen los políticos que hacen… ¡Brrr! Tu última frase, ignaro columnista, me produjo una grave inquietud. Mira cómo me está temblando el músculo escapolohumeroolecraniano.
Necesario es ahora que narres algún fútil chascarrillo para aliviar ese desasosiego… Don Languidio, maduro caballero que batallaba mucho para izar el lábaro de su masculinidad, se enteró de que en su parroquia se iba a celebrar una misa de sanación, y le dijo a su esposa que iba a ir, a ver si las preces sanativas le aliviaban esa debilidad de la entrepierna. Comentó la señora secamente: “Es misa de sanación, no de resurrección”.
¡Ah, don Languidio! ¡Cuánto bien te haría beber las miríficas aguas de Saltillo! Un solo centilitro de esas maravillosas linfas taumaturgas te restituiría el perdido vigor, y volverías a ser un esforzado paladín en las lides de amor, esas dulces batallas que -lo dijo Góngora- se realizan en campo de plumas, o sea en el colchón. Con frecuencia recibo pedidos de aquellas aguas. No provienen de los señores: a los varones nos disgusta que se sepa que no somos ya los de antes, y si algo hacemos al respecto es lo mismo que hacía aquel toro ya viejo y desvalido que bufaba amenazante y rascaba la tierra con las patas ante el nuevo jefe de la vacada, un toro joven y robusto. “¿Para qué haces eso? -le preguntó otro toro de su misma edad-.
Bien sabes que no podrías hacerle frente”. “Eso lo sé muy bien -replica el fenecido semental-. Lo hago para que no me vaya a confundir con una vaca”. Los pedimentos de las miríficas aguas de Saltillo vienen sobre todo de señoras que quisieran que el alicaído ánimo de sus maridos se levantara otra vez como en los viejos tiempos. Me apena mucho no poder atender tales demandas: yo acaparo todo el caudal de ese potente fluido revitalizador, pues soy el que lo necesita más, si no con mucho gusto.
(Esta última expresión la dijo siendo niño mi queridísimo y admirado primo Rubén Aguirre, el popular Profesor Jirafales de la televisión, según narra una anécdota de familia. Su maestro de tercer año de primaria le pidió que diera la clase. “No la sé, maestro -respondió él muy cortés-, si no con mucho gusto”)… FIN.
MILENIO
EPICENTRO, León Krauze
El librogate
Hasta el sábado por la tarde, Enrique Peña Nieto había tenido, merecidamente, una buena semana. La decisión de forzar la salida de Humberto Moreira de la dirigencia priista reveló una virtud en Peña. Tal y como ocurriera tras el escándalo de la muerte e investigación del caso Paulette, Peña Nieto ha mostrado el instinto suficiente como para deshacerse de actores tóxicos para su proyecto y su partido. Toda proporción guardada, aquella decisión de destituir a su amigo Alberto Bazbaz tras el fiasco de Paulette tiene los mismos tonos que las acciones que ahora han terminado con la boquifloja presidencia priista de Moreira. Si en estas mismas páginas alguna vez insistí, en detrimento de Peña Nieto, que la forma es fondo, esta vez hay que reconocer que haber echado a Moreira fue una decisión sagaz. No todos los políticos mexicanos despiden a sus colaboradores o aliados cuando deben despedirlos.
Para desgracia del virtual candidato priista a la Presidencia, el acierto de Moreira no tardó en verse opacado por el ya célebre librogate de Guadalajara: tres minutos de auténtico terror para el priismo. Como en uno de esos programas de realidad donde es posible ver la implosión pública de los concursantes, Enrique Peña Nieto nos regaló su primera muestra de auténtica vulnerabilidad. En términos puramente político-electorales, lo grave no es que no haya podido enumerar al menos tres libros que hayan marcado un parteaguas en su construcción personal. Eso, en el fondo, es lo que menos debe preocupar a los priistas. Quien piense que el electorado realmente va a castigar a un político por ser inculto es que no conoce al electorado. En todo caso, los votantes a veces tienden a recompensar a figuras que les resultan más empáticas y menos olímpicas. El problema no es necesariamente ser inculto (muchos grandes gobernantes de la Revolución lo fueron). El problema es exhibir en público esa falta de recursos intelectuales para salir al paso de los desafíos de la realidad, una realidad que nunca obedece a un libreto.
Resulta francamente asombroso que, sabiendo que se presentaría en la Feria Internacional del Libro, Peña Nieto no se preparara para responder las preguntas que, de manera previsible, le plantearía la prensa. Cualquier que haya estado dos minutos en la célebre FIL sabe que todo gira alrededor de la (bendita) cultura del libro. Que Peña Nieto haya llegado desprovisto de respuestas (elementales incluso) exhibe un descuido que revela falta de preparación y un exceso de confianza completamente injustificado. Mala cosa.
En una democracia como las actuales, en las que el desempeño en los medios es crucial, un político no se puede permitir la más mínima indolencia. En la historia reciente sobran ejemplos de grandes carreras políticas que se vinieron abajo después de que el político en cuestión se tomó a la ligera su intervención en este o aquel foro o, peor aún, subestimó el poder amplificador de los medios. Pienso, por ejemplo, en aquel episodio de López Obrador con Brozo o su ya mítica ausencia del primer debate en 2006. Lo mismo podría decirse de Ernesto Cordero y aquello de los seis mil pesos. En Estados Unidos, Rick Perry acabó con sus aspiraciones presidenciales cuando hizo un largo y vergonzoso mutis similar al episodio de Peña Nieto en Guadalajara. La diferencia, claro, es que Perry se equivocó durante un debate frente a una audiencia de millones, mientras que Peña lo hizo en un foro en la FIL. Pero el peligro para el PRI está claro. Enrique Peña Nieto se equivoca si cree que su ventaja está blindada contra su propia ineptitud y descuido. Hombres más poderosos y carismáticos han caído en desgracia electoral víctimas de la soberbia.
             POLÍTICA CERO, Jairo Calixto
No soy prole, por ti seré
Como no soy jarrito de Tlaquepaque ni profesional del resentimiento social, acepto las disculpas de la hija de Peña Nieto, quien, en colusión con su novio, vía Twitter se refirió de manera despectiva a los críticos de su padre llamándolos “pendejos” y “vulgar prole”. Además, no me considero propiamente dicho parte del proletariado sin cabeza, sino más bien participante de lo que viene siendo el ejército laboral de reserva.
Pobre criatura, con el linchamiento colectivo de que fue víctima su padre por confundir la literatura con el amanecer agropecuario, era lógico que reaccionara así; de la misma manera en que era predecible que, en su afán por hacer escarnio de la Peña ajena, Ernesto Cordero saliera con su batea de babas al equivocarse también en un tema literario. Y lo mejor es que explicara el dislate alegando que era muy temprano. O sea.
Es interesante que lo que no logró el caso Paulette ni los 6 mil pesos mensuales —es decir, poner a parir chayotes a quienes los enarbolaron— lo estén logrando los libros. Algo de suyo inofensivo, poco reconocido, prácticamente en olvido, de pronto se convierta en kriptonita para los ídolos de barro de la política nacional.
Desde ahora ha quedado claro que si se quiere hacer tambalear a un político, no hay que sacarle sus trapitos al sol ni cuestionarle sobre lo que ha robado ni lo que ha traficado en materia de influencias; basta con hacerle tres preguntas literarias del tipo “Cómo se llaman los 16 aurelianos”, “De qué color es Moby Dick, la ballena blanca” o “En El Principito quién dice aquello de ‘Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos’” y comenzarán a desmoronarse.
Ahora mismo imagino a un altísimo porcentaje de la zoología nada fantástica de la real politik mexicana, tomando clases al vapor de literatura portátil.
Hoy, el aspirante invicto que se vanagloriaba de su triunfo inatacable, es visto en toda su frágil dimensión por su falta de empaque cultura y nula capacidad de respuesta. En su lugar, Moreira se la hubiera sacado poniéndose a bailar el chúntaro style. Imaginemos al Dorian Gel en una encrucijada perrona, experimentando uno más de sus clásicos lapsus foxianos. Está el asunto tan chafa, que extrañamos a Jolopo que al menos se asomaba al espejo de Tezcatlipoca.
Como quiera que sea, ¿por qué jode tanto que una quinceañera, que ha vivido en un mundo de caramelo, nos vea con asquito por ser de la prole? Más miedo da que a Jelipillo le dio por ser poeta en la narcoguerra: “Hemos tenido que luchar contra las pesadas piedra de la duda”.
Me alegra que los libros vuelvan a ser peligrosos para el sistema. I FIL good.
EXCÉLSIOR
VENTANA, José Cárdenas
El que no cae, resbala
La última pifia peñanietista viene a confirmar que las redes sociales son la nueva variable en la ecuación política.
Y la abuelita le decía: “Si no lees, vas a dar pena, nieto”.
“Un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian.”
Esta fue la aportación “cultural” de Paulina Peña Pretelini a la campaña de su papá por la Presidencia de la República.
Por el momento, esas fueron sus famosas últimas palabras como tuitera. La cuenta de la “menor” en la red social del pajarito fue eliminada por instrucciones de su “jefe”, tras la publicación de tan “inspirado” mensaje.
Las redes sociales no le perdonaron a Enrique Peña Nieto el resbalón cometido en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
“El Candidato” no pudo responder cuáles son los tres libros que han marcado su vida. Dijo que había leído la Biblia (bueno. partes), La silla del águila (de Carlos Fuentes) que atribuyó a Enrique Krauze. Y ya. No supo más.
¡Le pidieron tres! . pero no le alcanzó. la memoria.
La anécdota se convirtió en el trending topic (tema) del día.
#LibreríaPeñaNieto: “¡Cría hijos y te quitarán los votos!”; “No le regales tu voto a Peña Nieto, mejor regálale un libro”; “Tres libros que marcaron mi vida: 1) Los Reebook, 2) La Notebook, y 3) El Facebook”; “-¿Le gustan las obras de Shakespeare? -Me gustan más las de su hijo Shakespirito”; “-Mami, de grande quiero ser presidente. -Bravo Enrique, ¡no sabes lo que me voy a ahorrar en libros!”.
Y el mejor: “-¿Cuál es el colmo de @EPN? Fácil: que su signo sea Cáncer y por poquito, Leo”.
Los tuiteros se comieron vivo al carismático mexiquense. Sus adversarios lo tundieron peor que a Ninel Conde.
Hasta el senador perredista @Navarretecarlos, escribió: “Seguramente Peña Nieto cree que el autor de la Biblia es Juan Pablo II”.
Fue tanto el acoso que el casi candidato priista tuvo que ofrecer disculpas por partida doble. Primero, por “la regada”: “Pudo ocurrirle a cualquiera, es un episodio que dejaría ahí, no tiene trascendencia la pregunta de si leo, claro que leo ocasionalmente y en las limitaciones que mi responsabilidad me da, pero hago algunos espacios para leer algún libro”. Y luego, por “el acelere” de su hija: “El RT de Paulina fue una reacción emotiva por mi error en la FIL. Definitivamente fue un exceso y me disculpo públicamente por ello”.
La analista política Denise Dresser fue implacable: “La improvisación es una de las flaquezas de Peña Nieto. Para gobernar, sigue el guión, es un político rígido, poco hábil para debatir o hacer lo que no tiene anotado enfrente. Cuando se sale del script, resbala, por eso sus asesores se lo tienen prohibido.”
Esta pifia peñanietista viene a confirmar que las redes sociales son la nueva variable en la ecuación política. Su carácter virulento duele más que una inyección.
Acuérdese de las chapitas de Eruviel, Salcido y Yamilé, Kalimba o Loret y Juay de rito……
Claro, hay de resbalones a resbalones y de caídas a caídas.
MONJE LOCO: Así amanece la lista de los libros más vendidos: en primer lugar y por mucho, “Cómo arruinar la campaña de tu papá en 140 caracteres”, de Paulina Peña; “Gavilán o Gaviota”, de José José; “Padre rico, hija idiota”, de Enrique Peña; “El Capital” de Carlos… Carlos. Carlos Hank y “Nosotros los proles, Ustedes los Peña”, de autor anónimo. Estas novedades desplazaron, por mucho a “Cien años de endeudar”, de Gabriel García Moreira. Ya se sabe, ya se supo.
                JUEGOS DE PODER, Leo Zuckermann
Dos errores de Peña Nieto
Sabemos que fue el que apoyó a Moreira para llegar a la presidencia del PRI. ¿Alguien hizo la evaluación de Moreira?
Humberto Moreira finalmente cayó. Y ahora muchos dicen que fue un acierto de Peña Nieto que así fuera. Yo, por el contrario, creo que se trató de un error. No el que Moreira dejara la dirigencia nacional del PRI sino que, en primera instancia, Peña lo hubiera promovido para llegar a tal puesto.
Me explico. Los políticos profesionales, antes de tomar una decisión de a quién van a nombrar para un puesto, deben someter al aspirante a un proceso de investigación. El famoso vetting. El concepto es muy importante: antes de designar a Fulanito a un puesto de gran importancia hay que indagar todos los posibles “esqueletos dentro del clóset” que tiene y que eventualmente puedan salir a la luz pública causando un desastre de proporciones mayores.
Sabemos que Peña Nieto fue el que apoyó a Moreira para llegar a la presidencia del PRI. La pregunta es muy sencilla: ¿alguien del equipo de Peña hizo el vetting de Moreira? Hay tres posibles respuestas:
1. No lo hicieron e igual apoyaron para que Moreira se convirtiera en dirigente nacional del PRI.
2. Lo hicieron, pero mal, de tal suerte que nunca se enteraron de la contratación multimillonaria de deuda en Coahuila presuntamente falsificando documentos.
3. Lo hicieron, sabían de la deuda del estado que gobernaba Moreira, pero consideraron que no era un tema que pudiera convertirse en escándalo.
Cualquiera de las respuestas, se trata de un error de Peña y su equipo. No es posible que un político profesional como el ex gobernador del Edomex no haya realizado el vetting de Moreira o lo haya hecho mal o no haya medido las consecuencias. A la postre, le costó una andanada de críticas en contra del presidente del partido. Eventualmente tuvo que removerlo. Se trata de un acierto el que lo haya destituido, pero dicho acierto es hijo de un error.
El otro error lo cometió Peña la semana pasada. Ante una pregunta muy simple y predecible, sobre todo en una Feria del Libro, dio una respuesta lamentable. Cuando le preguntaron los tres libros que lo han marcado, no supo qué contestar. Vale la pena ver el video que circula en internet para observar cómo se fue enredando. De pena ajena el laberinto que incluye olvidos, confusiones y tartamudeos.
Lo cual demuestra una verdad de Perogrullo: que Peña es humano y puede errar. Y esa es precisamente la importancia de las campañas electorales: demostrar quién es quién en la competencia por el poder.
Cuando me preguntan quién va a ser el próximo Presidente de México yo siempre contesto que no sabemos. Y no sabemos porque las campañas pesan. Pongo el ejemplo de lo sucedido con el gobernador de Texas, Rick Perry, quien se lanzó a conquistar la candidatura presidencial del Partido Republicano para las próximas elecciones estadunidenses de 2012. Muchos pensaron que se trataba de un gran candidato presidencial: un populista de derecha con un buen récord gubernamental en su estado. Los primeros días después de anunciar su intención de competir subió como la espuma, tanto en las encuestas como en las apuestas. Se volvió el favorito para quedarse con la nominación republicana. Hasta que comenzó a hablar. Dijo un sinnúmero de estupideces, se olvidó de detalles importantes y trastabilló. En pocos días, cayó. Subió como globo, pero sus propias palabras lo pincharon.
He ahí la importancia de las campañas: que los candidatos hablen. Pero, como dice mi colega Carlos Elizondo, si eso sucedió con Perry fue porque en Estados Unidos los candidatos están obligados a hablar mucho. La presión es tremenda. Los medios los cuestionan todo el tiempo de todo tipo de temas. El problema es que, en México, con la absurda legislación electoral que tenemos, se privilegia más el silencio de los candidatos que el debate constante e intenso. Algo que, sin duda, tendríamos que cambiar. Porque las campañas son un elemento indispensable para que los electores veamos de qué están hechos los candidatos que pretenden gobernarnos.
Compartir

No hay comentarios:

Publicar un comentario

TU QUE OPINAS?

SIEMPRE

NOTICIAS MILENIO TELEVISION EN VIVO.

QUE SON LOS CHEMTRAILS

LA ELITE MUNDIAL ESTAN FUMIGANDO A TODA LA POBLACION Y ESTAN CAMBIANDO EL CLIMA MUNDIAL.
POR QUE LAS MUERTES REPENTINAS DE LOS PAJAROS EN ARKANSAS Y GUANAJUATO Y LOS PECES EN DINAMARKA.

NOS ESTAN ENVENENANDO MEDIANTE FUMIGACIONES VEA LO QUE ESTAN HACIENDO.

TU OPINION CUENTA.

LA BALLENA HECHA EN MEXICO.

RECUERDOS DE POLITICA

LA EDUCACION EN MEXICO.

LA EDUCACION EN MEXICO PARTE 2

FOTOS INEDITAS

MY SOBERANIA ES PRIMERO.

PUBLICACIONES MAS VISTAS.